Nací el 4 de febrero de 1953 en Ciudad Real, en el nº 4 de la calle Libertad.
Mi madre dio a luz en casa y allí mismo, sólo unas horas después, murió mi tía-abuela Josefina, que vivía con mi familia. Esta circunstancia determinó mi nombre.
Debo reconocer, aunque ello arruine mi biografía - se ha dicho que todas las personas interesantes han tenido una niñez desgraciada - que pasé una infancia feliz, rodeado del cariño de mis padres, a los que siempre he adorado, y de mis hermanos, con quienes jugaba mucho y me peleaba lo normal.
"En 1954, cuando apenas tenía un año, trasladaron desde Villanueva de los Infantes, de donde era mi abuelo, hasta Ciudad Rea, la Virgen de la Antigua con motivo de una concentración mariana, y nuestros padres quisieron ponernos bajo su protección. Estoy con mis hermanos. El primero de la derecha soy yo, a mi lado, mi hermano Luis con Pilar en brazos y a continuación Fernando y Ramón. La más pequeña, Dolores, aún no había nacido"
Desde los seis años hasta Preuniversitario (detrás de mi promoción vendría el COU) estudié en el colegio de los Marianistas. De esta época guardo buenos recuerdos y, sobre todo, buenos amigos, que todavía conservo.
"Este curso es el de "la tercera", antes del ingreso que precedía al bachillerato. Estamos con don Daniel Céspedes Navas, que después fue presidente nacional del sindicato ANPE. Recuerdo perfectamente el nombre de todos los compañeros; algunos de ellos siguen siendo mis mejores amigos"
El deporte siempre ha sido una de mis grandes aficiones y lo he practicado mucho. He jugado a fútbol, a baloncesto y, sobre todo, a balonmano.
"El equipo de fútbol del colegio en el curso 1965-66. Estoy de pie, el primero por la derecha, junto a mi amigo Luis Rodríguez, Ricardo Martínez Abascal, Rafa López León..."
Pero, desde luego, lo que más he practicado ha sido balonmano. En Ciudad Real mi promoción inició una buena cantera. En la foto, el primero por la izquierda es Rafa López León, que luego llegó a ser un gran jugador del Atlético de Madrid y de la selección española. Está también Roberto, hermano del gran Cecilio Alonso, uno de los mejores jugadores de toda la historia, de quien yo fui su primer entrenador.
Nunca pude imaginar que, muchos años después, entregaría la Copa de Europa a un equipo de nuestra tierra. Sentí una grandísima alegría y un legítimo orgullo. ¡Ahora, en Castilla-La Mancha, somos capaces de cualquier cosa!
En Preuniversitario conocí a una chica, Clementina, de la que me enamoré con la fuerza, la pasión y la ilusión propias de los 17 años. Y así sigo. Durante estos años, que han pasado volando, hemos compartidos muchas cosas: esperanzas, sueños, trabajos, compromisos, la concepción del mundo y de la vida. Estudiamos juntos en la Universidad. Juntos luchamos por la democracia y la libertad.
Unidos hicimos nuestras tesis doctorales y juntos preparamos las oposiciones. Nos casamos el 18 de septiembre de 1976 en la Iglesia de San Pedro, en Ciudad Real.
Pero, sin duda, lo más importante de todo lo que nos ha pasado han sido nuestros hijos Clementina y Jaime.
Fuimos padres jóvenes, con veinticinco años, y siempre nos pareció apasionante. Con ellos hemos aprendido mucho. Estos últimos cuatro años de mi vida han sido especialmente intensos. En lo personal han estado marcados por el nacimiento de mis dos nietos: me he convertido en abuelo, experiencia tan irrepetible como la de ser padre.
"Mi mujer y mis hijos jugando en el parque escolar del Circo Romano, en Toledo"
Clementina y yo tenemos la misma titulación académica, y las mismas oposiciones. Sin embargo, debo confesar que ella ha tenido que hacer un sobreesfuerzo porque coincidió con el embarazo, el parto y la crianza de los chicos.
Hago este comentario autocrítico para reconocer su mérito y mostrar mi compromiso a favor de la igualdad y de la necesidad de compartirlo todo.
Durante estos años hemos caminado juntos, en casa, en la Universidad y en la política. Esta trayectoria compartida nos permite tener una complicidad muy profunda.
"Con mi hijo Jaime en los hombros, estamos celebrando el ascenso del Caserío Vigón, precedente del Balonmano Ciudad Real, que poco después se proclamaría campeón de España y de Europa"
La experiencia de ser "el padre de la novia" es fuerte. La verdad es que, inevitablemente, se acumulan muchos recuerdos desde que los niños estaban en la cuna. Te parece increíble y piensas que todo ha sido muy rápido.
"Con nuestros hijos posando muy formales antes de salir de casa para la boda de nuestra hija"
Cuando aprobé la Selectividad - entonces no había universidad en nuestra tierra - me marché a estudiar a Madrid. Me licencié en Filosofía y Letras y me doctoré en Geografía e Historia. Hice la tesis, con una beca, en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre el tema Economía y Política en La Mancha durante la Restauración: 1876-1923.
He publicado varios artículos en revistas especializadas y algunos libros, como "Ilustración y Reforma en La Mancha" junto al Dr. Carretero. Mis investigaciones se han centrado siempre en nuestra tierra, a la que amo más cuanto más la conozco porque, sin duda, el conocimiento es previo al amor.
En todo caso, la experiencia política me ha permitido conocer Castilla-La Mancha no sólo desde el punto de vista teórico del estudioso, sino también y, sobre todo, conocer la realidad actual de nuestra tierra en contacto con sus hombres y mujeres, de los que aprendo continuamente. No concibo otra forma de gobernar que no sea desde la cercanía y la proximidad, y es en el cara a cara con mis paisanos cuando puedo conocer sus esperanzas, anhelos, problemas y necesidades.
El idioma español diferencia muy bien entre el "ser" y el "estar". Yo soy profesor universitario, pero estoy en la política. Durante estos años he sido Consejero de Educación y Cultura, Presidente de las Cortes Regionales y Vicepresidente del Gobierno.
En la defensa de Castilla-La Mancha, el primer objetivo de este periodo ha sido luchar contra la crisis y ayudar a los que peor lo están pasando. Otra prioridad es, sin duda, trabajar por la igualdad real de oportunidades entre todos los castellano-manchegos. Tampoco puedo olvidar la lucha por los intereses de nuestra tierra y ahí están las manifestaciones a favor del Tajo en Talavera o contra el cementerio nuclear en Yebra.
Es más apasionante poder participar en la construcción real e ilusionada del futuro que estudiar nuestro pasado en los archivos, aunque el conocimiento de lo que fuimos me resulta muy valioso porque, como escribió el historiador Pierre Vilar: "El presente depende del pasado y el futuro nunca se hace a partir de la nada".
"Una especie de foto psicológica: En el Quijote Arena, dispuesto a parar varios balones a la vez. Como en la política misma"
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